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Sostenibilidad, asignatura transversal en colegios

La nueva normativa escolar introduce el medioambiente y la sostenibilidad como una asignatura transversal en los centros educativos

Este año, el regreso a las aulas tiene un componente más ‘eco’ y no solo en la asignatura de Ciencias de la Naturaleza o Conocimiento del Medio, sino que se introduce la sostenibilidad como un tema transversal.

Tras su aprobación en diciembre de 2020, la Lomloe (Ley Orgánica por la que se modifica la LOE) entra en vigor con muchos cambios. «El sistema educativo no puede ser ajeno a los desafíos que plantea el cambio climático del planeta», destaca la nueva normativa en su articulado. Pero, su declaración de intenciones está en el preámbulo: “La educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial ha de incardinarse en los planes y programas educativos de la totalidad de la enseñanza obligatoria, incorporando los conocimientos, capacidades, valores y actitudes que necesitan todas las personas para vivir una vida fructífera; adoptar decisiones fundamentadas y asumir un papel activo –tanto en el ámbito local como mundial– a la hora de afrontar y resolver los problemas comunes a todos los ciudadanos del mundo”.

El desarrollo sostenible es uno de los pilares de esta nueva ley educativa que se suma a los demás como son los derechos de la infancia, la igualdad de género, la personalización de los aprendizajes y la competencia digital. Con la nueva ley de educación Lomloe, la educación ambiental cobra más fuerza en el currículum escolar para concienciar así al alumnado de la importancia de preservar y cuidar el entorno que nos rodea, destaca Raquel Marín, coordinadora de Naturaliza.

Contenidos y desafío climático

El pasado curso, los centros educativos de toda España vivieron, al final del curso escolar, los envites del aumento de las temperaturas con olas de calor que llegaron antes, incluso, que el verano meteorológico. «Las Administraciones educativas favorecerán, en coordinación con las instituciones y organizaciones de su entorno, la sostenibilidad de los centros, su relación con el medio natural y su adaptación a las consecuencias derivadas del cambio climático», destaca la normativa.

El pasado mes de junio, algunas aulas sobrepasaron el límite de 27ºC que establece el Real Decreto 486/1997 sobre seguridad y salud en los lugares de trabajo. Por ello, el ministerio de Educación y Formación Profesional liderado por Pilar Alegría anunció un plan de adaptación climática de 200 millones de euros a cargo de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, que aún no han sido aprobados, para adecuar estos centros a la nueva realidad derivada del cambio climático. Una inversión «insuficiente» para los ejecutivos regionales.

En los artículos 19 y 121 se habla de «transversalidad», primero a la hora de trabajar la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y después para incluir el desarrollo sostenible en el proyecto educativo del centro. También se trabajarán la igualdad de género, la educación para la paz, la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, establece ese artículo 19.

Formación del profesorado

Esta incorporación como tema transversal en la educación no es solo un cambio para los alumnos, sino también para el profesorado. Para el año 2022 los conocimientos, habilidades y actitudes relativos a la educación para el desarrollo sostenible y para la ciudadanía mundial habrán sido incorporados al sistema de acceso a la función docente. Asimismo, en 2025 todo el personal docente deberá haber recibido cualificación en las metas establecidas en la Agenda 2030, establece la nueva normativa educativa.

Valoramos muy positivamente estos pasos y ponemos a disposición de todos los docentes las herramientas y formación que ofrece Naturaliza, con el que llevamos varios años trabajando para integrar una mirada ambiental en las aulas, señala Marín. En la misma línea trabajan los ‘profes’ de Teachers For Future Spain (TFFS) donde más de 13.000 docentes trabajan para implicar a los centros educativos de España en la concienciación y formación sobre el cambio climático.

Fuente: Diario Sur