Bioparc celebra la puesta del varano azul
Bioparc Fuengirola celebra la puesta de uno de los reptiles más bellos del mundo, el varano azul
En la actualidad, el objetivo final de los nuevos zoológicos es ayudar a preservar la fauna del mundo. Bioparc Fuengirola es muy consciente de esta importante función, que tanto este como los otros Bioparc se esfuerzan por cumplir. Y la reciente puesta de uno de los reptiles más bellos del mundo, el varano azul en Bioparc Fuengirola, da buena muestra la del empeño que el parque malagueño pone en ello.
El varano azul (Varanus macraei) habita en la isla de Batanta (Indonesia), de no más de 450 km2. Fue descubierto por un importador de reptiles alemán y descrito como nueva especie en 2001. En 2014 fue evaluado por la UICN y, desde entonces, está catalogado como ‘En Peligro’ en su Lista Roja de Especies Amenazadas.
Único zoológico español que ha logrado reproducir el varano azul
Esta última puesta ha hecho que, una vez más, Bioparc Fuengirola logre reproducir con éxito el varano azul y se posicione como el único centro de conservación en España que logra reproducir esta especie.
“Actualmente, contamos con dos grupos reproductores y esta puesta pertenece a una de las primeras hembras nacidas en nuestro parque. Si todo sale bien, estos tres huevos se convertirían en la tercera generación de varanos azules que logramos sacar adelante”, explica Milagros Robledo, responsable de Herpetología de Bioparc Fuengirola.
La incubación como una parte esencial del éxito en la conservación ‘ex situ’ de esta especie
La incubación controlada requiere una recreación completa de cómo sería este proceso en el hábitat natural de la especie a la que pertenecen los huevos, por lo que el equipo de Herpetología reproduce las posibles estaciones que puedan darse en este periodo.
En mitad de la incubación, los cuidadores realizan el cambio de condiciones ambientales originales, a los que puedan darse en una estación seca. “Sustituimos el sustrato inicial en el que depositamos los huevos en la incubadora por uno con menos humedad. De esta forma, simulamos un entorno en el que se dan pocas lluvias, haciendo que el huevo comience a endurecerse; siendo así, más sencillo para las crías romperlo llegado el momento de la eclosión”.
La puesta se realiza con unos huevos de tamaño pequeño que van creciendo a medida que pasan las semanas hasta alcanzar su tamaño definitivo; un aumento paralelo al crecimiento de los reptiles en el interior de los huevos. “En las primeras semanas, al mirar los huevos con el ovoscopio parece que están vacíos. A medida que avanza la incubación ya podemos observar las venas que se va formando junto al embrión. Llegará un momento en el que en estas revisiones no veamos nada y eso será porque los pequeños comienzan a ocupar todo el huevo”, señala Robledo.
Fuente: Bioparc Fuengirola