Limpieza en la playa de Santa Ana

Sea Life Benalmádena organiza una limpieza y recoge 80 kilos de plástico en la playa de Santa Ana

Sea Life Benalmádena recoge ochenta kilogramos de residuos en la batida de limpieza en la arena de la playa Santa Ana para seguir concienciando en cuestiones vitales para la conservación de la fauna y flora marina como es la eliminación de los vertidos de plástico en nuestros mares.

Han recordado en un comunicado que se estima que ocho millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los océanos del mundo cada año y que para 2050, los océanos podrían tener más plástico que peces.

En esta batida se han recopilado más de ochenta kilos de residuos, además de todo tipo de envases de plásticos, papeles, colillas y otros desechos.

Así, Sea Life Benalmádena ha concentrado a un centenar de voluntarios, así como a los bañistas de la zona. Asimismo, han invitado también a que, tanto ellos, como su círculo de amigos y familiares, difundan la cultura de la limpieza en entornos naturales y el cuidado de los mares y playas.

“Es necesario tomar conciencia a la hora de depositar los residuos en los lugares habilitados, reducir el consumo y difundir estas acciones cívicas y respetuosas con el Medio Ambiente en nuestros entornos”, han agregado.

Conservación del entorno

La directora de Marketing de Sea Life Benalmádena, María Morondo, ha señalado que “desde Sea Life continuamos con el objetivo de eliminar material plástico en nuestros productos y embalajes, para que no haya riesgo de que acaben en el mar. Además de esto, es necesario velar por la conservación del entorno, un uso responsable y limpio de nuestro medio ambiente y animar a todos los usuarios a que se comprometan con nuestro mayor bien para las próximas generaciones, nuestros mares y océanos”.

Cientos de especies de fauna marina, incluidas focas, aves marinas, tortugas y ballenas, confunden los desechos marinos con alimentos, provocando intoxicaciones y obstrucciones estomacales que en muchos casos tienen consecuencias fatales.

Los microplásticos actúan como imanes y son sustancias químicas peligrosas que ingieren el plancton y los animales que se alimentan por filtración. Una vez ingeridos por esta vía, ascienden rápidamente en la cadena alimentaria y se acumulan en altas concentraciones en especies más grandes, como el atún.

“Sea Life tiene una visión, océanos sanos, protegidos y llenos de diversidad e increíbles animales y para ello, trabaja junto a su asociación benéfica Sea Life Trust para juntos proteger los océanos y a las increíbles criaturas que los habitan”, ha concluido Morondo.

Fuente: La Opinión de Málaga