Nuevo huerto en Arboretum
Arboretum abre un nuevo huerto comunitario de 350 metros cuadrados
La Fundación Arboretum ha abierto un nuevo huerto comunitario con 350 metros cuadrados en el que desde octubre de año pasado ya hay once hortelanos que trabajan la tierra, cultivándola y cosechándola.
El nuevo proyecto del colectivo medioambiental se llama Huerto Comunitario Armonía. A principios de abril habrá una jornada de puertas abiertas para los interesados en sumarse como nuevos hortelanos y formar parte de esta comunidad.
Se trata, explica el presidente de Arboretum, Alejandro Orioli, de «decidir juntos, entre todos, qué cultivar, cómo cultivarlo, para después cuidarlo, cosecharlo y disfrutarlo».
Así, hasta ahora, contaban con huertos urbanos en los que trabajan vecinos y familias de la ciudad; pero ahora se trata de poner en marcha una iniciativa colectiva en la se tomen las decisiones en común y se trabaje entre todos. Los posibles nuevos hortelanos deben contactar por correo electrónico en contacto@fundacionarboretum.org o por teléfono, llamado al 951 137 210.
Jornada de puertas abiertas
En la jornada de puertas abiertas los responsables de Arboretum harán entrevistas personalizadas a los interesados con el propósito de empezar a formar parte del huerto comunitario en mayo, de cara a la temporada de verano. Dada la naturaleza de este proyecto, los nuevos hortelanos deberán comprometerse a trabajar durante un mínimo de seis meses; si después les gusta la experiencia, pueden seguir otro semestre más. El compromiso exigido persigue el objetivo de «mantener la dinámica de grupo y vivirla durante un ciclo estacional completo».
Arboretum da así un paso más, después de haber creado ‘Eutopía’, su programa de parcelas privadas para cultivarse en familia. Ahora, lo que quiere es «crear una comunidad de personas que tengan varios intereses en común y cultivar comunidad». Se basa en la idea en la que la fundación lleva un par de años enfocada: atender la emergencia climática y ecológica declarada en España. «Entendemos que lo que pueda venir por delante es mejor vivirlo en comunidad que solos», asegura su presidente.
Trabajo colaborativo
Esta filosofía surgió con el confinamiento por la pandemia del Covid cuando hubo que cerrar los huertos como cualquier otro parque; pero colaboraron en comunidad para poder mantenerlos. «Todos los días iba alguien a ver y cuidar los huertos de todos, y cosechar para llevar los productos a las casas de los hortelanos; sobre todo, a los hogares de las personas más vulnerables y mayores de 60 años».
El método de trabajo de la tierra incluye una asamblea el segundo domingo de cada mes, en la que, además de lo estrictamente relacionado con el huerto, también se abordarán otros aspectos que tienen que ver con la comunidad. En paralelo, el huerto comunitario también desarrollará un proyecto llamado ‘Mercado con valores’ basado en buscar la relación directa entre el productor y el consumidor.
La Fundación posee además un invernadero «donde producimos nuestras plantas a partir de un banco de semillas propio en el que nos dedicamos a la recuperación de especies autóctonas; promoviendo cultivos de máximo valor nutricional, máxima resistencia al cambio climático y que requieran la menor cantidad de agua posible», detalla Orioli.
De este invernadero se vende por un precio simbólico a los propios hortelanos para que siembren esas plantas en sus huertos. De este modo, señala el presidente de la fundación, «promovemos la seguridad fitosanitaria, evitando que entren plantas del exterior que puedan traer alguna plaga, tal y como ha ocurrido en alguna ocasión anterior».
Fuente: Diario SUR