Ley de residuos
La Ley de Residuos sale adelante en el Congreso
Ya es un hecho. La denominada Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular acabó este jueves su trámite parlamentario, después de meses de espera, tira y afloja de grupos de presión, y amenazas de multa de Bruselas a España por no transponer varias directivas sobre el asunto.
El Congreso de los Diputados dio luz verde definitiva a la norma, que fija objetivos de reducción de residuos y prohíbe la venta de productos de plástico de un sólo uso, entre otros cambios. El texto, una vez publicado en el BOE, reemplazará la Ley de Residuos de 2011.
Termina así una larga tramitación de la norma, que ha sobrevivido a la escasez de apoyos en el Senado, donde se tramitaron 579 enmiendas.
Impuestos
Ha salido adelante con el apoyo del PSOE, Unidas Podemos, Más País y los grupos vascos; y la abstención del PP, y sin los votos de Vox y de los grupos catalanes, que intentaron negociar en ambas cámaras para que Cataluña mantuviera la plena gestión del impuesto que ya se aplica en esa comunidad y que, alegan, peligra por el nuevo tributo al vertido e incineración que la ley introducirá a nivel estatal en 2023.
La nueva norma transpone con retraso las directivas europeas de residuos y de plásticos de un sólo uso, que debían haberse trasladado al marco español en 2020 y en 2021.
Entre los principales puntos de la norma figuran, para fomentar la economía circular, dos nuevos tributos. Uno, sobre los envases de plástico no reutilizables; y un impuesto a la incineración, coincineración y al depósito de residuos en vertedero. Las entidades locales estarán obligadas a desarrollar en tres años una tasa o prestación patrimonial, asociada a los servicios de gestión de residuos que prestan.
El texto incorpora también la posibilidad de implantar, a partir de finales de 2023 y tras una evaluación previa, el sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR).
Reducción gradual
La norma incluye objetivos como la reducción del peso de los residuos producidos de un 13% en 2025; y de un 15% en 2025 respecto a los generados en 2010; objetivos más ambiciosos que la directiva de la UE. Desde 2025 también habrá que recoger de manera separada los residuos textiles, aceite de cocina usado, residuos domésticos peligrosos y voluminosos.
Reutilización
El texto prohíbe también la destrucción de excedentes no vendidos de productos no perecederos como textiles, juguetes y aparatos eléctricos, que deberán destinarse preferentemente a reutilización y reciclado. Para reducir el consumo de envases, los establecimientos de hostelería y restauración deberán ofrecer el consumo de agua de grifo gratuita.
Entre otras novedades, figura la consideración de ciertas particularidades en las tasas municipales de residuos, como la participación en compostaje doméstico o comunitario.
Reparación
Por otro lado, establece obligaciones para los productores a la hora de proporcionar información sobre la posibilidad de reparar los productos eléctricos y electrónicos.
La nueva ley cuenta con el rechazo de gran parte de la industria agroalimentaria por “amenazar la competitividad del sector, en tanto que pone a las empresas españolas en desventaja respecto a sus competidores” del resto de Europa.
“La Ley de Residuos aprobada hoy tendrá un importante impacto en las empresas del sector, alrededor de 2.000 millones de euros, y, por tanto, en el empleo”, afirmó Mauricio García de Quevedo, director general de la patronal alimentaria FIAB. La industria rechaza también el proyecto de real decreto de Envases y Residuos de Envases, que se está tramitando en paralelo a la Ley de Residuos.
Fuente: El País