Hocofaisán en el ayuntamiento
El ejemplar de hocofaisán que se incubó durante 32 días en el Ayuntamiento de Torremolinos
«¿Cómo va el huevo de hocofaisán?» Esa ha sido una de las frases más repetidas en las dependencias del Ayuntamiento de Torremolinos durante las últimas semanas. Lo que comenzó como una anécdota acabó implicando a buena parte del personal municipal, y no es extraño, teniendo en cuenta que nunca antes se había incubado a un pollo en el edificio consistorial.
Todo comenzó cuando un agente forestal de Torremolinos, en una de sus inspecciones por la zona de sierra, se encontró con un huevo que, a simple vista, le parece más grande de lo normal. El forestal decidió buscar el nido en las inmediaciones, pero no lo encontró y tampoco oyó a ningún ave cerca, así que entendió que el huevo estaba abandonado y decidió llevárselo al Ayuntamiento, a ver si alguno de los agentes medioambientales que trabajan en el mismo sabía de qué especie se trataba.
Una vez allí, uno de ellos creyó que podía tratarse de un ave en peligro de extinción y pensó que aún estaban a tiempo de salvar al pollo. Resultó además que uno de los agentes tenía acceso a una incubadora y consiguieron montarla en el propio despacho de Medio Ambiente. Allí ha estado el huevo durante 32 días, a una temperatura de 37,7 grados y una humedad del 55-58 por ciento.
«Al final se corrió la voz y todo el mundo pasaba en algún momento por el despacho preguntando cómo iba el huevo», cuentan fuentes municipales.
Solo en diez países
Finalmente, pasado el mes, el huevo se rompió y de él salió una cría de lo que se conoce como hocofaisán o simplemente hoco, un ave en peligro de extinción, que solo existe en 10 países, que van desde el sur de México hasta una pequeña franja al norte de Colombia y Ecuador. Esto hace que su presencia en un paraje natural de Torremolinos sea totalmente extraordinaria.
«Su hábitat natural es variado, desde arboledas y pastizales hasta la selva caducifolia, si bien deben ser lugares bien conservados, siendo el deterioro de sus hábitats una de las principales causas del descenso progresivo de su población. A la fecha, se han censado en el mundo, aproximadamente, unos 40.000 ejemplares adultos, lo que hace que su calificación sea la de especie amenaza», explican las mismas fuentes.
El pollo nació en la incubadora durante la madrugada y pasó sus primeras horas de vida solo, hasta que los funcionarios comenzaron la jornada laboral. Una vez que se dieron cuenta de que ya había roto el cascarón, decidieron trasladarlo a una zona de jardines en el Molino de Inca, que, hasta la fecha, es su nueva residencia.
Fuente: Diario SUR