Ecodiseño de botellas y envases

¿Por qué las botellas de plástico tienen hendiduras y los yogures pierden las esquinas?

¿Por qué las botellas de agua tienen hendiduras? ¿Por qué el yogur ha perdido las esquinas? ¿Por qué el tapón no se separa de la botella? Todo tiene una respuesta y es el ecodiseño.

En los últimos años, los envases y recipientes que protegen alimentos y bebidas han cambiado su tamaño, su forma y hasta su color. Modificaciones que en 2021 y 2022 han permitido el ahorro de más de 62.500 toneladas de materias primas y han evitado la emisión de 992.798 toneladas de CO₂.

«Se ha pasado de ayudar a las empresas a fabricar envases que cumplían funciones básicas, como la conservación del producto, a sumar cada vez más medidas que van más allá de estos aspectos», señala Laura Marín, coordinadora de ecodiseño en Ecoembes.

Estrategias de diseño

Según el último informe del VIII Plan Empresarial de Prevención (2021-2023) de Ecoembes, la organización ambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje y el ecodiseño de los envases en España, durante los últimos dos años 2.093 empresas con las que colaboran, han implantado 7.694 medidas de ecodiseño orientadas a reducir el impacto ambiental de los envases que comercializan en España.

Según el estudio sobre diseño sostenible realizado por Capgemini, el 23% de las empresas que ha aplicado al menos una estrategia de diseño sostenible ha experimentado una disminución de los costes, mientras que el 37% de las organizaciones afirma que los costes se han mantenido igual y, de las organizaciones que detectaron un aumento de los costes, el 51% afirma que ha sido superado con un incremento de los beneficios.

La palabra ecodiseño apareció a finales de los años 90 del pasado siglo y ya con 30 años de desarrollo se ha convertido en un estándar de fabricación. La mayor parte de las medidas propuestas las han aplicado las PYMES (62%).

Alimentación

Por tipo de actividad, el sector de la alimentación representa el 51% del total, seguido por industrias vinculadas al cuidado personal y del hogar (16%), aquellas especializadas en el equipamiento del hogar (18%), el sector textil y de la piel (8%) y empresas de motor y ocio (7%).

«Todo cambio está muy meditado y hay muchas horas e inversión en I+D detrás», explica Estefanía Iglesias, responsable de sostenibilidad de Capsa Food. «Hoy en día tenemos envases más ligeros, más fáciles de reciclar o hechos a partir de material reciclado. Ayudan a evitar el desperdicio alimentario y facilitan el transporte y almacenaje, gracias a su forma», detalla Marín.

Las modificaciones aplicadas por las empresas van orientadas a la reducción de la generación de residuos. «Ese es el principal objetivo», apostilla la coordinadora de ecodiseño en Ecoembes. Las más frecuentes han sido las orientadas a la mejora de la reciclabilidad de los envases y a la reincorporación de material reciclado en su fabricación, que ya concentran el 30% del total.

Envases

Le siguen aquellas relacionadas con la reducción de peso (26%), el rediseño del envase para un mejor aprovechamiento de los recursos y el espacio (18%) y optar por materiales que generen un menor impacto ambiental (12%). Otras medidas esenciales para avanzar hacia la economía circular y que están ganando cada vez más protagonismo son la eliminación de elementos del envase o la compra a granel (11%) y la apuesta por envases reutilizables (3%).

«Las medidas más aplicadas en los últimos dos años han estado relacionadas con hacer envases más sostenibles, con menores cantidades de materia prima y más fácilmente reciclables. Focalizándose en la reducción del peso, el rediseño de los envases o la entrada en el mercado de los envases reutilizables», apunta Marín.

Europa marca el camino

La contaminación por plásticos es uno de los quebraderos de cabeza de las autoridades nacionales y supranacionales. Según un estudio de Naciones Unidas, reciclar más plástico ahorraría hasta 4,4 billones de euros hasta 2040 y en los últimos meses ha planteado una hoja de ruta para que el 80% de esta contaminación desaparezca.

El pasado 24 de octubre, la Comisión de Medioambiente del Parlamento Europeo (ENVI) aprobó, el 24 de octubre, la Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo sobre los envases y residuos de envases, por el que se modifican el Reglamento y la Directiva anteriores, estableciendo nuevos requisitos para todo el ciclo de vida de los envases.

Facilitar el reciclaje

Pero en el horizonte está la puesta en marcha de un nuevo reglamento comunitario sobre reciclaje que se prevé vea la luz este ejercicio. «Los envases cada vez son más fáciles de reciclar e incorporan materiales reciclados en su composición.

Avanzamos hacia un modelo de economía circular al mismo tiempo que damos respuesta al reglamento europeo que, con toda probabilidad, estrenaremos este año», comenta Begoña de Benito, directora de Relaciones Externas de Ecoembes.

Entre las novedades que traerá esta normativa está la incorporación de una etiqueta de los envases con información sobre la composición de materiales, información sobre la reutilizabilidad del envase y un código Q, o similar que facilite más información sobre la reutilización.

Además, las bolsitas y monodosis de té y café, las etiquetas adhesivas para frutas y verduras, y las bolsas de plástico muy ligeras tendrán que ser compostables en condiciones controladas industrialmente en instalaciones para el tratamiento de los biorresiduos. «Esto permite ir dando pasos para avanzar hacia un modelo de economía circular», destaca Laura Marín.

Fuente: Diario SUR