Bancos fabricados con basura marina
La Playa de El Cable cuenta con uno de los quince bancos del proyecto Mares Circulares de Coca-Cola fabricado con basura marina recogida por los pescadores de la ciudad
La Playa de El Cable cuenta desde hoy con uno de los quince bancos del proyecto Mares Circulares de Coca-Cola que, junto con la asociación Vertidos Cero, está fabricando con plástico cien por cien reciclado y del cual un 30% procede de la basura marina recogida por los más de 500 pescadores de 104 barcos y 15 puertos que participan en el proyecto.
La concejala de Medio Ambiente y Playas, María José Figueira, ha agradecido en el acto inaugural la “apuesta por incluir a Marbella en esta iniciativa”, especialmente en un enclave que, “además de destacar por ser un símbolo de la idiosincrasia de Marbella, cuenta con la ‘Q’ de Calidad, bandera azul y la ‘S’ de Sostenibilidad”.
La edil, que ha resaltado el carácter “dinámico y moderno de un banco que, además, tiene el color del mar”, ha puesto también el acento en su importancia “a la hora de concienciarnos de que tenemos que cuidar nuestro entorno, nuestras playas y nuestros mares”.
Cofradía de Pescadores
Asimismo, Figueira ha destacado la “labor crucial” desarrollada por la Cofradía de Pescadores de Marbella, quienes han participado como voluntarios al recoger y transportar la basura marina que se adhería a las redes de sus embarcaciones o que hallaban flotando en el mar.
Esta iniciativa es una muestra de agradecimiento a dichos pescadores y, además, con ella se da un paso más en la apuesta por impulsar la innovación científica hacia la economía circular de la basura marina.
Así lo ha explicado el jefe de comunicación y sostenibilidad de la región sureste de Coca-Cola Europacific Partners, Alejandro García, quien ha apuntado que “el proyecto comenzó en 2018 y ya llevamos cinco ediciones, tiempo en el que se han recogido más de 3.000 toneladas de residuos”.
Por su parte, el Patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Marbella, Manolo Haro, ha detallado que “llevamos trabajando cinco años para la materialización de este proyecto, que tiene como objetivo concienciar a las personas”, aunque, según ha indicado, eso es algo que cada vez es más frecuente en Marbella.
Forma de ola
Cada uno de estos bancos tiene una longitud máxima de dos metros y 67 centímetros y un ancho de 45 centímetros. Su color es azul-verdoso, reflejo de los residuos procedentes del mar, y su forma evoca el oleaje marino.
“La idea es poner en valor el trabajo de los pescadores y, además, es cien por cien trazable, contando el banco con un código QR donde se ve todo el proceso de fabricación”, ha indicado el coordinador de acciones Mares Circulares en Vertidos Cero, Juan Pablo Gómez, quien ha detallado que AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico en Valencia) recibe la mezcla desde los puertos, lo acondiciona y lo tritura, fase en la que pasa a la ONG Plàstic Preciós, que lo transforma en planchas y elabora de forma artesanal el banco.