Restauración de la duna Real de Zaragoza
Marbella gastará 700.000 euros en restaurar la duna el Real de Zaragoza, con 123.000 metros cuadrados
Marbella quiere recuperar y mejorar las condiciones de acceso a uno de sus principales enclaves dunares, el conocido como duna Real de Zaragoza. Sus singulares características geomorfológicas, con una flora y fauna específicas y un contexto natural de extraordinario valor paisajístico, lo convierten en uno de los espacios ambientales de mayor importancia de la localidad.
Pese a ello, estas condiciones se han visto alteradas debido a los “abruptos” proyectos de construcción urbanística desarrollados desde los años 60 en la zona costasoleña; así como por “masivas extracciones de arena y vertidos de escombros”.
Con una extensión de más de 123.000 metros cuadrados, Real de Zaragoza es la unidad dunar de mayor superficie de las ocho zonificaciones que de la Reserva Ecológica Dunas de Marbella: Duna Río Real, Duna La Adelfa o de Bahía de Marbella, Duna El Alicate, Dunas El Barronal de la Morena y El Arenal, Duna la Víbora, y Duna Las Golondrinas.
Presupuesto
La actuación ahora impulsada por el Ayuntamiento marbellí pretende dar continuidad a la preservación natural del enclave. La propuesta de intervención está valorada inicialmente en algo más de 705.000 euros (IVA incluido), con un plazo de 12 meses de obras. Las empresas interesadas tienen hasta el 16 de marzo para presentar sus ofertas.
La intervención permitirá la restauración y ordenación de esta zona dunar, recuperando sus valores intrínsecos, elementos bióticos, abióticos y su funcionamiento y dinámica. En este marco, se persigue la conservación del hábitat dunar, incrementando la biodiversidad de comunidades de plantas dunares; la erradicación de comunidades de plantas alóctonas invasoras; la colocación de pasarelas de madera elevadas sobre el suelo que regulen el tránsito peatonal hacia la playa.
Carril bici
El trazado discurrirá sobre las veredas existentes para evitar la degradación, permitiendo el establecimiento de la vegetación y no interfiriendo en el transporte de arena por el viento. A esto hay que sumar la colocación de mobiliario y equipamiento urbano de estilo rústico, bancos y papeleras, y en las zonas de ensanche de las pasarelas; la eliminación de antiguas veredas que se han ido creando a lo largo del tiempo y de antiguos pavimentos. También se creará un carril bici.
Este complejo dunar consta de una duna primaria, de unos 29 metros de anchura y hasta 2,5 de altura sobre la playa. Tal y como se reconoce en el proyecto, la mayor presión que pesa sobre este enclave “se debe a la alta frecuentación humana; especialmente en los periodos estivales por el turismo de playa”, destacando la existencia en la zona a restaurar de cuatro chiringuitos.
En la documentación oficial que acompaña a la licitación se destaca que la vegetación de arenales aparece bien representada en algunas zonas del frente dunar, que se extiende hasta el valle interdunar, donde aparecen comunidades de pastizales efímeros, acompañados de rodales de acacias, eucaliptos y pinos piñoneros.
La fauna es abundante en especies de invertebrados, especialmente en insectos y moluscos, así como rica en reptiles (destacando la lagartija de arenales), micromamíferos y especialmente en aves, con nidificación de cogujada común y abubilla y presencia de otras muchas especies, en parte nidificantes en las urbanizaciones cercanas.
Fuente: El Español