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Sierra de Mijas y Alpujata aspira a parque natural

Los argumentos por los que Málaga podría contar con un nuevo parque natural: Sierra de Mijas y Alpujata

El parque natural de las Sierras Mijas-Alpujata podría ser realidad en los próximos años si prosperan los pasos iniciados en 2012, cuando una plataforma de colectivos ciudadanos comenzó a reivindicar una mayor protección para esta zona de la provincia, situada entre las comarcas de la Costa del Sol Occidental, de la Sierra de las Nieves y del Valle del Guadalhorce.

La iniciativa, tras quedar paralizada durante ocho años, ha sufrido un nuevo impulso tras la aprobación por unanimidad de una proposición no de ley en el Parlamento Andaluz. Ésta pide «culminar la declaración de parque natural» de la zona con el fin de otorgar «una mayor protección medioambiental a este espacio natural y cumplir con la solicitud de ayuntamientos y sociedad civil de la zona».

En total, se preservarían unas 29.000 hectáreas de hasta nueve municipios de la zona: Málaga (sierra de Churriana), Torremolinos, Benalmádena, Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Coín, Monda, Ojén y Mijas.

Apoyo ciudadano y municipal

De ellos, tres tendrían así dos parques naturales en su territorio. Por un lado, la ciudad de Málaga, que sumaría éste al de Los Montes. Por otro, los pueblos de Ojén y Monda; que unirían a la Sierra de las Nieves este nuevo enclave ecológico, que serviría además de corredor natural como conexión.

Desde 2012, el denominado Movimiento Ciudadano pro-parque Natural Sierra Mijas-Alpujata ha ido sumando adhesiones de distintos colectivos de la zona, como son asociaciones vecinales, organizaciones ecologistas, sindicatos e incluso partidos políticos. Son conscientes de que necesitan como requisito fundamental el máximo consenso de las localidades incluidas a través de sus respectivos ayuntamientos.

En estos últimos años han conseguido la implicación de la mayoría de ellos a través de iniciativas respaldadas en plenos municipales, como son los casos de Coín, Benalmádena, Torremolinos, Málaga y Alhaurín de la Torre.

«Seguimos trabajando en lograr la implicación de los ayuntamientos de Ojén, Monda y Alhaurín El Grande; que serían fundamentales para que se consiguiera iniciar los trámites de la declaración como parque natural», afirma Mabel Gutiérrez, coordinadora del Movimiento ciudadano pro-parque Natural Sierra Mijas-Alpujata.

Fauna

La diversidad de especies animales que se pueden encontrar hoy en esta zona montañosa de la zona occidental de Málaga es una de las grandes bazas para postularse como futuro parque natural. Entre ellas, se cuentan por decenas las que están protegidas especialmente por la legislación nacional o autonómica, pero también las que están amenazadas. En su fauna el complejo de las sierras de Mijas y Alpujata, sobresalen por su abundancia las aves.

Según el informe del movimiento ciudadano, hay hasta 135 especies distintas, entre las que nidifican y las que sólo pasan parte del año. Entre ellas, están el chotacabras, el abejaruco, el martín pescador, el pico picapinos, el petirrojo, el búho chico, el cernícalo o el águila calzada. Entre los mamíferos, hay también cierta variedad. Los de mayor tamaño son la cabra montés, la nutria paleártica, el tejón, la gineta o la comadreja.

Reptiles e insectos

También hay reptiles, como el camaleón común, el galápago leproso o el lagarto ocelado; anfibios, como la salamandra común, el sapillo pintojo o el sapo corredor; y peces, como el bargo gitano.

En este sentido, José Manuel Moreno Benítez, de la empresa CauceNatura, especializado en insectos, elogia la diversidad que hay en esta zona.

«Teniendo en cuenta sus reducidas dimensiones, si se comparan con otros entornos como la Serranía de Ronda o Tejeda-Almijara, se puede decir que Mijas-Alpujata es un auténtico refugio para la fauna y un punto caliente a nivel andaluz».

Así, este experto en odonatos y lepidópteros, añade que «entre las libélulas, hay más de una veintena de especies citadas, especialmente de Sierra Alpujata, en cuyos ríos y arroyos están presentes las tres especies amenazadas en España y Andalucía: Macromia splendens, Oxygastra curtisii y Gomphus graslinii».

Además, Moreno Benítez asegura que «hay más de 60 especies de mariposas; más de la mitad de las conocidas de Málaga y más de 1 de cada 3 de las andaluzas».

Flora

En este ecosistema, la botánica es otro pilar fundamental para entender que hoy se quiera proteger como parque natural. Así, en la actualidad hay allí 22 asociaciones vegetales que requieren de una protección especial por la legislación europea. A ello hay que unir más de una treintena de especies amenazadas. Sin salir de ese territorio que componen las sierras de Mijas y Alpujata, hay una gran variedad paisajística. Así, el posible parque natural alberga desde montes mediterráneos a alcornocales o espartales.

Entre las especies más protegidas, hay orquídeas de gran importancia botánica. Según Manuel Becerra, experto en la materia, en la Sierra de Mijas «crecen 36 de las 52 especies catalogadas hasta la fecha en la provincia de Málaga; entre éstas destacan dos: Ophrys atlantica y Ophrys alpujata». La primera de ellas, aclara Becerra, es un endemismo bético-magrebí, «cuya distribución en Europa se circunscribe a Málaga y de manera puntual Granada y Cádiz, que presenta en la Sierra de Mijas las mejores poblaciones en el continente».

Respecto a la segunda, este botánico afirma que «fue descrita para la ciencia en 2019 y con los conocimientos actuales se considera una especie exclusiva de las sierras de Alpujata y Canucha».

Geología

Otro aspecto importante que destacan los promotores de esta iniciativa es la singularidad geológica. Este complejo serrano está formado por las sierras de Mijas y Alpujata. En el primero de ellos, abundan los mármoles dolomíticos, que conforman un karst que almacena abundantes recursos hídricos. En el segundo, tal y como explica el informe redactado desde el movimiento ciudadano, se trata de un macizo que alberga peridotitas.

Gracias a ello, esta zona de la provincia goza de paisajes tan variados como extraordinarios, cuevas de cierta relevancia e importantes acuíferos y manantiales. Además, tal y como matiza Manuel Becerra, esa geodiversidad es «la responsable de una rica flora en la que destacan los edafoendemismos; es decir, especies de flora que ocupan un área muy reducida que se han adaptado a vivir en suelos tóxicos por los metales pesados que contienen».

La riqueza geológica no ha pasado desapercibida a lo largo de los últimos siglos. De hecho, en la zona no sólo ha habido importantes canteras de áridos, sino también minas de las que se extraían hierro, plomo, níquel o talco.

En este sentido, el geólogo Juan Carlos Romero recuerda que esta zona fue en su día coto minero y matiza que podría ser una importante reserva para extracciones en el futuro.

Acuíferos

Respecto a los acuíferos de la sierra de Mijas, coincide en la importancia de protegerlos de posibles contaminaciones; aunque no se muestra de acuerdo en verlo «necesariamente bajo la figura de parque natural». Además, Romero alude a una directiva europea que incentiva el uso de recursos minerales propios de manera sostenible, lo cual, eso sí, sería incompatible con la declaración de este espacio como espacio protegido.

La situación estratégica de las sierras de Mijas y Alpujata, entre el interior y el Mediterráneo, su propia riqueza geológica y su biodiversidad han hecho que durante milenios haya sido un territorio muy humanizado, del que se han sacado recursos naturales para el desarrollo y sustento de la población. Gracias a ello, hay numerosos vestigios que hoy se conservan en la zona, como antiguas minas, lagares, cortijos, albercas, acequias o molinos.

A ello hay que unir importantes hitos históricos, como fortalezas y torres, como las que quedan en Mijas Pueblo, Monda, Alhaurín El Grande y Alhaurín de la Torre.

También en zonas de montaña hay otros vestigios de interés como cuevas rupestres, ermitas, alguna calzada romana y restos arqueológicos prehistóricos de interés. Todo ese patrimonio tangible se une a las inmateriales tradiciones que hoy se perciben especialmente en los usos gastronómicos de la zona y en las fiestas y costumbres que aún perduran.

Así, parte del legado de esta zona va desde la tradicional sopa mondeña, hasta las celebraciones religiosas tan diversas que hay en cada uno de los pueblos que compondrían este hipotético parque natural.

Amenazas

La presión urbanística es uno de los principales problemas que han detectado los integrantes del colectivo que quiere proteger esta zona serrana. «Si seguimos construyendo, vamos a conseguir que la sierra de Mijas quede totalmente aislada; lo que conllevaría la desaparición de especies», comenta Mabel Gutiérrez, coordinadora del Movimiento ciudadano pro-parque Natural Sierra Mijas-Alpujata.

En este sentido, considera fundamental esta declaración para crear un corredor ecológico que conecte con otros espacios protegidos, como el futuro parque nacional de la Sierra de las Nieves.

Aunque en los últimos años se han cerrado canteras y llevado a cabo trabajos de restauración en Alhaurín de la Torre, también se siguen extrayendo áridos en otros, como Coín. Mable Gutiérrez también denuncia el peligro que corre el gran acuífero de la sierra mijeña. Además, buena parte de este complejo montañoso y su entorno ha sufrido en los últimos años graves incendios.

«Quizás, con más vigilancia, como parque natural, se podrían haber evitado», aduce la coordinadora de este movimiento, que pone como ejemplo las hogueras que han detectado algunos vecinos recientemente en la zona de Jarapalos, en Alhaurín de la Torre.

De declararse esta zona como parque natural, sería el sexto de la provincia. Además, sería el tercer plenamente malagueño, ya que de los cinco espacios protegidos con esta consideración, tres están compartidos: El de Grazalema y el de Los Alcornocales, con Cádiz; y el de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, con Granada. Sólo están dentro de la provincia en su integridad el de los Montes de Málaga y el de la Sierra de las Nieves.

Fuente: Diario SUR